viernes, noviembre 17, 2006

Pentamerón (4).

La mañana del jueves llegó para Pepe como un dia esperado, ansiado. Era el dia donde su plan se pondría en marcha, tenía fé de que las cosas resultaran como él quería. Se rasuró, se duchó y al salir a tomar su desayuno, vio aquellos dos objetos en el comedor: La carpeta con esos documentos esenciales para su futuro y aquel objeto brillante y oscuro a la vez. La pistola Pietro Beretta 9 mm. era osbcura en el color de su metal tanto con el proposito inherente de todas las armas -quitar la vida-. Tomó el arma en sus manos, la admiró por unos segundos, antes de llevarla hacia esa caja de madera que él considera su lugar. Antes de guardarla, sacó el cargador, observó que tenía balas, metió el peine cerró la caja. Pepe la tenía por seguridad, durante los últimos años se habían vuelto comunes los robos a casas. Ahora pepe le daría otro uso pues sabía que un arma de ese tipo y en esas condiciones -bien cuidada- podría ser de buen valor en el su barrio. La vendería, junto con otros objetos de cierto valor, para seguir adelante con su plan. Llamó a su tio/jefe, le informó de la situación para poder ausentarse de sus responsabilidades laborales hasta el lunes. Salió de su casa a las 6:30 AM.

María siguió con la rutina que la atormentaba durante los 3 dias pasados. Al salir de su casa, el miedo a lo que le estaba ocurriendo se adueñó de su cuerpo, controlaba todas sus acciones. Por un instante, deseó morirse.

Desde el pasillo de una vecindad, Pepe vió a su amada salir de su casa y la siguió. María absorta en sus pensamientos, no vió venir la sorpresiva aparición.

-¡Hola, mi vida!-dijo él con gusto, al tiempo que la abrazaba por detrás.
-Hola-respondió ella reponiendose al sobresalto, al mismo tiempo que giraba para darle la cara.
-Te extrañé muchisimo- dijo sinceramente al mismo tiempo que la apretaba tiernamente contra su cuerpo.
- Yo tambíen te extrañé- contestó ella automáticamente.
-Mira, yo se que ha sido un semana díficil, que necesitamos hablar de muchas cosas y aunque no lo hemos hecho, he entendido en estos dias -él hizo una pausa para buscar su mirada- que no puedo vivir sin ti. Eres mi vida, no te quiero perder nunca. Además, tengo un plan que va a solucionar todo.
- ¿Un plan? - inquirió ella, confundida por las palabras de Pepe
- Si, ¿recuerdas cuando te acompañe a inscribir a la prepa? - esperó a que ella asintiera con la cabeza y continuó- Pues con esos papeles y los correspondientes mios, ayer fui a ver a Pablo, mi cuate que trabaja el registro civil y ¿Adivina que?....
- ¿Registro Civil? ¿De que hablas? - dijo ella en tono confundido
-Si, arreglé todo con Pablo ayer y mañana pues...- Se detuvo, no era se lo había imaginado y quiso recomponer la ruta- Necesito preguntarte algo
- Pepe, en buena onda, no entiendo nada de lo que dices - afirmó ella energicamente
-¿Te quieres casar conmigo?- dijo mientras una de sus rodillas tocaba el suelo- Si dices que sí, está todo listo, mañana por la mañana nos casamos en el registro civil, Pablo arregló todo, es cuestión de ir y firmar.... ¿Que dices?

María no sabía que decir. En unos segundos tenía que analizar todo: la naturaleza sorpresiva de la proposición, la magnitud de la misma, el miedo, la inseguridad. Se sintió mareada, pero no por sus recientes malestares, sino por todas las cuestiones que tuvo que atiborraron su mente. Quería decir algo, invitar a Pepe a platicar y analizar el tema. Todos los pensamientos querían salir de golpe, quería externar todo lo que pasaba por su mente, quería contarle a su novio del sueño, confesarle su miedo a que éste se hiciera relidad. Cuando todo se agolpó en su cabeza se formó un cuello de botella, no podía hilar sus pensamientos y sólo dijo:

-Si, vamos a casarnos- lo djo sin expresión alguna, parca y calmada.
- Te amo, chiquita- dijo él con expresión de felicidad, al mismo tiempo que la abrazaba.

Mientras Pepe le comentaba de los planes que tenía, de como sacar sus cosas de la casa de sus padres, de como se iban a fugar y de lo felices que serían eternamente, María pensaba en ese sueño. Ese maldito sueño que se había vuelto su tormento, fingía escuchar, y pensaba que la solución del matrimonio era la única que la salvaría en caso de que todo se hiciera realidad.

María no asistió a la prepa ese dia. En vez de eso, esperaron a que su madre saliera de la casa par air al mercado para escabullirse como ladrones, y tomar las pertenencias necesarias para vivir a lado de su futuro esposo. Pepe bajó primero y ella le dijo que lo alcanzaría en la puerta. La niña que tomaba decisiones de mujer, recordó el paquete en el cajón, lo tomó en sus manos y lo examinó, estaba nuevo y lo usaría en cuanto pudiera. Al salir del cuarto, María vió su revuelto cuarto y supo que sería la última vez que lo contemplaría.

Al llegar a casa de Pepe, él seguía ilusionado, hablando de sus planes a corto, mediano y largo plazo para esta nueva fase de la relación. María sólo podía pensar en esa horrible pesadilla que pronto dejaría de acosarla.

José en un acto de caballerosidad, insistió en dormir en la sala. María, por educación se opuso un poco al principio, aceptó la oferta muy complacida.

A las 11 de la noche del jueves, la casa del carpintero estaba en total penumbra. María estaba recostada con áquel paquete en la mano y se preguntaba sí él ya dormía. José en la sala, estaba tan emocionado pensando en su futuro inmediato que no podía dormir. José estaba seguro de amar a María pero las reacciones de ella a lo largo de tan importante día, lo hacían dudar de el amor de ella.

P.D. Disculpen la tardanza, pero se me ha hecho muy díficil preparar todo para el final. Espero que les siga gustando aunque estoy seguro que no les va a gustar el final. Aunque ya casi tengo lista la conclusión, me encantaría que me dijeran como les gustaría que termine esta mamarrachada...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

esta mamarrachada va bastante bien... pero ya dinos cual es el sueño de maria.. dejas muxas cosas para el finas... asi q seguiremos esperando saludos

Anónimo dijo...

ME SIGUE ENCANTANDO, YA PON EL FINAL. BSOS.

Anónimo dijo...

para de un libro de Carlos Cuauhtemoc Sanchez, tipo Volar sobre el pantano o Juventud en Extasis.... Espero que el final sea agradable...

Conociendote, lo terminaras en tragedia

Anónimo dijo...

El final!! Nos falta el final para decidir si es una mamarrachada. :D