Él la miró. Ella lo miró. Él sintió ira. Ella sintió amor. Los dos desviaron las miradas. La miró de nuevo. Quiso hacerle entender que la odiaba porque seguia amándola. Lo miró de nuevo. La ira encendía sus ojos, asustándola. Él entendió que no quería dejarla. Ella entendió que debía dejarlo. Él se levantó para ir a su lado. Ella reaccionó con sobresalto. Él se arrenpintió. Ella se alivió. Él se alejó. Ella no lo siguió. Él, lejos de ella, lloró amargamente. Ella, lejos de él, lloró para sus adentros. Se amaban pero nunca más volvieron a cruzar miradas.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
oooouch!! duele!!
si duele, y aun mas cuando se vive en carne propia. "miradas" son las que nunca se olvidan, porque atravez de cada una de ellas todo sentimiento es transmitido. A mi me basto con pocos encuentros, porque atravez de esos ojos yo encontre todo lo que me hacia falta, y fueron esas miradas las que hicieron que yo me enamorara....
deberias escribir mas seguido.... me encanta como escribes...
Que bueno que les haya gustado, en realidad, son escritos que ya tenía, o que he ido escribiendo pro diferentes razones, algunos si tienen dedicatoria otros son simples productos de mi mente ociosa, que bueno que les haya gustado, ya les dejé un nuevo escrito, espero les guste y me dejen sus comentarios.
Booo... ¡Qué bonito! ¿Te ha pasado? Es tan pegajosamente cursi...
Publicar un comentario